El área hidrográfica del Orinoco colombiano posee una extensión aproximadamente de 347.208 km2 la cual abarca los departamentos de Arauca, Casanare, Vichada, Meta y parte de Guaviare, Guainía, Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander, Vaupés y Santander.
El drenaje de la cuenca del Orinoco es muy diverso y complejo, debido a la gran variedad de estructuras geomorfológicas que deben recorrer los numerosos ríos que conforman esa red. En esta área se recogen las vertientes andinas, el Macizo de las Guayanas y las planicies hacia el centro; que se agregan, en su mayoría, a los afluentes que bajan de los Andes, siendo está un área que drena cerca del 34 % del territorio Colombiano. Dando lugar así, a que el agua dulce producida en está, sea uno de los recursos de mayor potencial económico.
En Colombia la región de Orinoquia dentro de su jurisdicción, constituye el segundo sistema de sabanas más grande de América del Sur y se considera como la última frontera agrícola para el país.
Actualmente la Orinoquia Colombiana está experimentando una rápida expansión del desarrollo agrícola a gran escala, que incluye plantaciones de aceite de palma, caucho y eucalipto, así como cultivos anuales como arroz, maíz y soja, principalmente para abastecer una demanda interna creciente.
Otras regiones de Colombia han experimentado auges agrícolas similares, con poca o ninguna planificación de los cambios en el uso de la tierra y la infraestructura asociada de energía y comunicaciones; lo que ha resultado en la pérdida de la biodiversidad y los servicios del ecosistema.
En este sentido, para la Orinoquía desde el punto de vista del recurso hídrico es importante conocer la oferta y demanda del agua en la región, los procesos hidrológicos y los efectos producto del desarrollo de actividades agroindustriales. Con esta información se facilita la toma de decisiones para disminuir el riesgo de las afectaciones en el recursos hídico y garantizar su sostenibilidad.
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